Opinión: ISO 41001 FM – Normas y Reglamentos para la Gestión de Instalaciones.

Por Celso Toshio Saito

Como miembro del CEE-267 (Comité Especial de Estudios sobre Gestión de Instalaciones de la ABNT) y con más de 25 años de experiencia en el sector, considero que la norma ISO 41001:2018 supone un cambio radical en el mercado de la Gestión de Instalaciones. Históricamente, la Gestión de Instalaciones no se consideraba una actividad esencial dentro de las organizaciones y fue objeto de discriminación durante mucho tiempo, además de clasificarse como un área de costos y problemática.

La ISO 41001 rompe con esta visión operativa y establece un estándar internacional para la gestión integrada, alineando los procesos, las personas y la tecnología con la estrategia central de las empresas en las que operan. Su mayor mérito reside en ofrecer una estructura de gobernanza que permite a las empresas comparar el rendimiento, medir los resultados y establecer prácticas uniformes en diferentes países, proveedores y sectores. Esto le otorga la credibilidad que merece y deja de ser una mera actividad de apoyo.

Otro aspecto esencial es la convergencia con otras normas internacionales. Al vincularse con las normas ISO 9001 (calidad), ISO 14001 (medioambiente), ISO 22301 (continuidad de negocio) e ISO 55001 (gestión de activos), la norma ISO 41001 posiciona la gestión de activos como un pilar de la resiliencia organizacional. En un mundo sujeto a riesgos climáticos, crisis energéticas y transformaciones digitales, la norma garantiza que las instalaciones dejen de ser costos y se conviertan en activos estratégicos.

La sostenibilidad también destaca. Fomenta prácticas de eficiencia energética, la gestión del ciclo de vida de los activos y el uso responsable de los recursos. Esto conecta directamente la gestión de activos con agendas globales como ESG (ambiental, social y de gobernanza) y los ODS (objetivos de desarrollo sostenible), convirtiéndola en una herramienta esencial para las empresas que buscan reducir las responsabilidades ambientales y aumentar su competitividad.

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Por supuesto, existen desafíos. La implementación requiere inversiones en capacitación, cambio cultural e integración de sistemas heredados. No se trata solo de adoptar software o indicadores, sino de transformar el rol de la gestión de activos dentro de la organización. Esta transición requiere liderazgo, el apoyo de la alta dirección y una visión a largo plazo.

En mi experiencia, las empresas que adoptan la ISO 41001 obtendrán una mayor previsibilidad de costes, reducirán los riesgos operativos y, sobre todo, empezarán a utilizar la gestión financiera como herramienta de gobernanza y factor diferenciador, lo que les permitirá ser más estratégicas y competitivas en su sector. Este es el verdadero valor de la norma: profesionalizar el sector y darle la relevancia que merece en el entorno corporativo.

En resumen, la ISO 41001 consolida la gestión financiera como una disciplina estratégica, capaz de conectar la eficiencia operativa, la sostenibilidad y la continuidad del negocio, además de centrarse en el bienestar de las personas. Para los profesionales, representa una guía clara de competencias y responsabilidades; para las empresas, un camino hacia la madurez, la competitividad y la sostenibilidad.

Quienes no se alinean con esta norma corren el riesgo de quedarse en la improvisación; en este escenario, ya no hay lugar para el amateurismo. FML

Celso Toshio Saito Instructor, consultor y mentor con más de 25 años de trayectoria en liderazgo y desarrollo de personas, especializado en gestión empresarial, optimización de procesos y reducción de costes. Actualmente asesor de equipos de alta performance, con foco en el sector de FM, donde impulsa la transformación digital, la eficiencia operativa y la excelencia del servicio.. Conoce más de Celso Toshio Saito.