En la gestión de servicios de Facility Management, gran parte de las actividades de soporte en las organizaciones involucra la ejecución de tareas técnicas y profesionales realizadas por personas. Estas actividades deben seguir pasos o procedimientos específicos para garantizar que el servicio se entregue de manera segura y con altos estándares de calidad. ¿Te imaginas algun servicio donde no estén involucradas las personas? o más aún ¿servicios donde no estén involucrados los sistemas? La participación de las personas y el establecimiento de procesos definidos son elementos esenciales para asegurar que los servicios cumplan con los requisitos y expectativas del cliente. La implementación de un sistema estructurado permite gestionar estos aspectos, asegurando que el flujo de trabajo esté alineado con objetivos claros y estándares que logren la conformidad del cliente.
La integración de un sistema de gestión de la calidad, como el que promueve la norma ISO 9001, es fundamental para asegurar que los procesos de Facility Management no solo cumplan con los requisitos internos, sino también con las expectativas de los clientes. Este sistema se basa en una serie de procedimientos y directrices que ayudan a definir, documentar y mejorar los procesos, generando una mayor consistencia en la entrega del servicio. La conformidad en cada etapa de un servicio no es solo una meta, sino un compromiso que se debe mantener para asegurar la satisfacción del cliente y su lealtad a largo plazo. Así, un Facility Manager que comprende y aplica los principios de la gestión de la calidad añade valor a la organización y la posiciona como líder en el mercado.
Además, trabajar bajo un sistema de calidad robusto proporciona una ventaja competitiva significativa para las empresas de Facility Management. Los clientes actuales no solo buscan que sus servicios de soporte se entreguen de manera eficiente, sino también que cumplan con altos estándares de calidad que añadan valor. Diferenciarse a través de la calidad en la entrega de los servicios es una estrategia que beneficia tanto a la empresa como al cliente, mejorando la percepción de la organización y fortaleciendo las relaciones comerciales. Para lograr este impacto, el Facility Manager debe estar profundamente familiarizado con los sistemas de gestión de calidad, pues su aplicación es la base para desarrollar servicios eficientes y eficaces.
El conocimiento del Facility Manager sobre sistemas de gestión también debe abarcar aspectos de Seguridad y Salud Ocupacional, siguiendo la norma ISO 45001, para gestionar los riesgos y proteger al personal involucrado en actividades de mantenimiento, limpieza, remodelación y otros servicios relacionados con instalaciones. Estos servicios suelen ser ejecutadas con una alta intervención de actividades manuales realizadas por personas, implicando con ello, un riesgo de accidentes o lesiones. La implementación de un sistema de seguridad y salud ocupacional asegura un entorno laboral más seguro, minimizando incidentes y protegiendo la integridad de los trabajadores, lo cual impacta positivamente en la calidad y la sostenibilidad de los servicios ofrecidos.
En un entorno de trabajo seguro y bajo una normativa clara, el equipo de Facility Management puede operar de manera más eficiente y con mayor confianza. Un Facility Manager que comprende los principios de seguridad y salud ocupacional es capaz de reducir la incidencia de accidentes y enfermedades laborales. Esto no solo beneficia a los empleados, sino que también reduce costos asociados a bajas laborales y sanciones, asegurando una operación más estable y controlada. La capacidad de gestionar riesgos laborales con eficacia permite que el Facility Manager garantice un ambiente de trabajo seguro y respalde el bienestar de los trabajadores, mejorando la productividad y la satisfacción del cliente.
Conocer y aplicar las normativas ISO 9001 e ISO 45001 también facilita el cumplimiento regulatorio y la adaptación a las exigencias del mercado. Un Facility Manager que incorpora estos estándares no solo asegura la conformidad con los requisitos legales y de la industria, sino que también muestra un compromiso con las mejores prácticas internacionales en gestión. Este conocimiento refuerza la credibilidad de la empresa y su responsabilidad social, generando confianza entre los clientes y fortaleciendo la reputación corporativa. La implementación de estos sistemas de gestión promueve la mejora continua y apoya la creación de valor sostenible para todas las partes involucradas.
En la práctica, un Facility Manager con habilidades en gestión de calidad y seguridad debe ser capaz de implementar y supervisar sistemas que estandaricen los procedimientos y garanticen el cumplimiento de los estándares requeridos. Su perfil debe incluir competencias en evaluación de riesgos, mejora continua, liderazgo de equipos, y análisis de procesos, todas necesarias para liderar la disciplina del Facility Management con éxito. Además, debe poseer un entendimiento claro de cómo estos sistemas de gestión impactan en el día a día de las operaciones, permitiéndole tomar decisiones informadas y estratégicas que incrementen la eficiencia y aseguren la satisfacción del cliente.
La competencia de Calidad, Seguridad y Salud Ocupacional es clave en la formación de un Facility Manager, pues le permite gestionar eficazmente las actividades de soporte en una organización. El dominio de estos sistemas ayuda a optimizar procesos, reducir riesgos y mejorar la experiencia del cliente, lo cual se traduce en un entorno laboral más seguro y servicios de alta calidad. Un Facility Manager con estas habilidades es un activo valioso, capaz de liderar a la organización hacia un desempeño más eficiente y sostenible, marcando una diferencia en el entorno competitivo actual.
